Cómo desarrollar el curso

La forma de seguir y progresar durante el curso en esta plataforma es muy intuitiva.

Simplemente avanza módulo a módulo y lección a lección utilizando los botones de navegación que encontrarás alrededor de la pantalla principal o el menú de tu izquierda.

EN REALIDAD ESTE CURSO TIENE DOS FASES

Lo más importante es que concibas esto como un curso, aunque hayan rutinas y programas de entrenamiento de por medio.

Una primera fase, el curso en sí mismo, consiste en aprender, experimentar, practicar los ejercicios, valorarte y tomar decisiones de cara al futuro. Es un mix entre teoría y práctica.

Otra cosa muy diferente es lo que ocurra al finalizar el curso, cuando ya habrás practicado los ejercicios y protocolos que lo componen y tendrás la información suficiente para plantear tu propia práctica de movilizaciones y trabajo de movilidad.

Esta segunda fase ocurre cuando finalices el curso y consistirá en utilizar e integrar todo lo que has aprendido en tu propia vida. Es pura práctica.

Así que te invito a seguir el curso lección a lección, sin preocuparte demasiado si las cosas salen mejor o peor, a un ritmo constante y adaptado a tus condiciones, ni muy rápido (correrías el riesgo de no asimilar bien los contenidos) ni muy lento (perderíamos un poco el impacto que buscamos a la hora de HABITUARTE a moverte con frecuencia).

Ahora bien, si me dieras a elegir, preferiría mil veces más que fueras algo más lento que algo más rápido.

¡Y fíjate en una cosa! Podría haber planteado el curso con un calendario fijo, obligándote a que te ajustaras a "mis planes".

Lo que pasa es que como también quiero que desde el primer día seas responsable, autónomo, libre, no voy a limitarte en este sentido.

Sea como sea, desde ahora mismo ya vas a tener que tomar decisiones y comprometerte con ellas.

Por eso, en cualquiera caso, puedes avanzar al ritmo que tú quieras.

Entonces, primera pregunta: ¿Cómo vas a plantear TÚ el curso?

Resumiendo, partir de manera consciente con un planteamiento base para comprometerte con él te ayudará básicamente en tres sentidos:

1. ADHERENCIA

Un rasgo común del ser humano es su manía de empezar con mucho entusiasmo las cosas que están relacionadas con la actividad física... y al cabo de poco tiempo abandonar.

Si practicas a conciencia y con compromiso desde el principio, con una carga temporal que requiere de dedicación diaria pero tampoco es asfixiante, las garantías de adherencia se multiplican, créeme.

2. APRENDIZAJE

Te lo recuerdo una vez más. Estás haciendo un curso, y no siguiendo un programa al tuntún. En principio, quieres aprender a moverte, ¿verdad?

Cualquier aprendizaje requiere de cierta digestión y asimilación del conocimiento teórico y práctico que estás adquiriendo.

Combinar las sesiones de estudio algo más teórico y detallado con sesiones cortas de práctica te permite tomártelo con calma y mantener un buen ritmo de aprendizaje.

3. ADAPTACIÓN

No solo se trata de esa digestión y asimilación. ¡Estamos hablando del cuerpo y de movimiento!

Y lo más probable es que, en su mayoría, los ejercicios que vas a practicar sean algo nuevo para tu cuerpo, tal vez no muy intenso, pero seguro que exigente, sobre todo en cuanto a rangos de movilidad articular que no sueles explorar.

Si fuerzas a tu cuerpo a que intente adaptarse rápidamente a muchos y muy diversos patrones, ocurrirán tres cosas: se saturará, se fatigará y aumentará el riesgo de hacer las cosas no del todo bien y, por tanto, las posibilidades de hacerte daño.

En cambio, si vas demasiado lento y practicas poco las adaptaciones y mejoras no ocurrirán nunca, debido a un estímulo insuficiente.

Insisto, tienes toda la libertad para plantear tu propia distribución y calendario de estudio y práctica.

Al tener la información puedes comprender las cosas.

Y al comprender, a partir de ahora, puedes decidir.

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